Se trata de un artilugio de gran tamaño que utilizaban los romanos en la antiguedad, y cuya replica se conserva en Jumilla.
"La maza", es paseada cada primavera por las calles de Jumilla, para su contemplación, y causa una sensación de admiración entre todas aquellas personas que tienen el placer de tenerla cerca. Por ello siempre se ha admirado a las mujeres que han tenido la posibilidad de tenerla en sus manos, como es el caso de la concejala, a la que se le ha cedido su custodia durante los próximos tres meses.
Enteradas sus compañeras y amigas del hecho, se han apresurado a pedírsela, para poder gozarla un poco, a lo que se ha negado rotundamente con el argumento de que se desgasta, por lo que ha procedido a meterla en una urna bajo llave, guardando esta en lo más intimo de su ser.
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